‘Las mentiras de la profesora’, de Akane Torikai, es una obra valiente que señala las fisuras por las que se normaliza la violencia contra las mujeres 

“Poner nuestra confianza en el corazón de los demás es una tarea mucho más ardua y dolorosa de lo que podáis pensar […] No obstante, solo mediante el mantenimiento en el tiempo de esa confianza se puede demostrar que las personas pueden amar a los demás, que yo… puedo amarme a mí misma”. Por una vez en su vida, la profesora Misuzu Hara, de 24 años, ha decidido ser sincera y abrir su corazón a los alumnos. Hasta llegar a este momento culminante, Akane Torikai (1981), la autora de Las mentiras de la profesora, nos ha conducido por un sendero de violencia, dolor, ocultaciones y equívocos; un camino que resulta tremendamente incómodo, pero a la vez revelador de cómo la violencia machista, en sus muchas formas, está infiltrada en la sociedad japonesa (y en muchas otras, por desgracia).

La vida de la protagonista se quebró cuando, hace unos años, fue violada por el prometido de su mejor amiga, lo que marcó el inicio de una relación tóxica basada en los abusos y las agresiones. Sin embargo, la joven se siente incapaz de alzar la voz, atrapada por “la posibilidad de que todo fuera culpa mía por ser mujer”. Sometida a la presión de un entorno machista, en el que incluso compañeras y amigas justifican esos comportamientos, decide esconderse tras una “sonrisa ambigua y forzada”. Este muro salta por los aires cuando uno de sus alumnos le confiesa en una tutoría que ha sido forzado por una mujer mayor. ¿Podrán ayudarse mutuamente a cerrar sus heridas?

Dolor y polémica

Las mentiras de la profesora transita por la cuerda floja; sitúa a los lectores ante el abismo, pero logra finalmente cruzar el vacío hacia un lugar seguro. La autora pone en boca de los personajes comentarios que suscitan rechazo, pero su intención no es otra que mostrar cómo esa forma de pensar es el caldo de cultivo perfecto no solo para que ocurran las agresiones machistas, sino para que se justifiquen por parte de una sociedad que prefiere mirar para otro lado. Están las palabras, y están las imágenes: Torikai tampoco escatima en escenas de violencia sexual, momentos escabrosos que revuelven las tripas, que es justo lo que busca. 

En los primeros compases de la obra, cuando las intenciones no están del todo claras, es inevitable caer en cierta incomprensión ante lo que se está narrando. ¿De verdad hay gente que sigue pensando así? ¿Es necesaria tanta crudeza? ¿Por qué los personajes están tan rotos por dentro? Aquí Torikai se demuestra experta en construir perfiles psicológicos, con adultos y adolescentes que no pueden evitar mentir y manipular, pero que no son malvados sin más, sino que ellos mismos son víctimas de un sistema podrido hasta la médula. Esto no obsta para que presente a gente pura y genuinamente mala, como esos ‘blaps’ de los que habla Fred Vargas en Cuando sale la reclusa, que no pueden evitar hacer daño a los demás porque está en su naturaleza.

En definitiva, una obra arriesgada pero ejecutada con maestría. Un manga que juega a la controversia y sale bien parado, porque logra su objetivo: denunciar el machismo y, sobre todo, invitar a reflexionar sobre todo lo que aún queda por avanzar en materia de igualdad.

 

Las mentiras de la profesora, de Akane Torikai (serie completa en 4 tomos)

Panini Manga, rústica, b/n, 284 págs., 16,95 euros. 

Traducción de Gorka Merino Chaparro

Artículo publicado originalmente en la revista Z